martes, 19 de julio de 2011

Mi Príncipe

Esta es una mini historia que me he encontrado y quería compartirla con vosotros, espero que os guste.

Siempre salvándome de dragones y lastimado llega a mi castillo. ¿Dónde te encuentras amor mío? ¡¿Matando dragones a estas horas?! Afilando su espada lo veo, pero tiene su brazo todo golpeado, voy a rescatarlo pero al final me convence que nada ha pasado.

Si alguien me quiere lastimar él es el primero en hacerlo frenar y con su escudo protector detiene hasta las palabras más filosas. Me impresiona lo que hace el amor.

Esta vez no ha venido a mi castillo y ni un grillo lo ha encontrado. Solo me han traído su escudo sin brillo. ¿Dónde estás mi príncipe?

Lagrimas salen de mi corazón y mis ojos fríos en espera de mi Príncipe, no sé que le ha pasado, ni sé si volverá. Nadie lo ha encontrado y su escudo cada vez está más oscuro. Solo me queda el recuerdo de ese brazo golpeado y ni sé que otras partes de su cuerpo se han lastimado por mí.

Es larga esta espera pero de igual manera vale la pena.

Escucho unos pasos que vienen hacia mi; cierro la puerta, no se encuentra mi Príncipe para salvarme, esta vez alguien va a atacarme y si me va a asesinar que lo haga sin misterio y de una sola vez.

Los pasos se detienen y serena espero a la muerte, abre la puerta y es ¡mi príncipe! ese grito en todo el castillo retumba y de alegría salgo corriendo hacia él.

Al abrazarlo como nunca lo había hecho, el cayo desmayado a mis pies, yo no comprendía lo que pasaba así que llame al pez cura y le quitamos su armadura. Golpes abrazaban su cuerpo y el pez cura poco a poco lo rociaba de agua fría para curar sus heridas.

¿Qué le habría pasado? Espere y espere y el pez cura salió y me pidió que lo llevara al mar y en el camino me dijo que escondiera su espada y escudo y que lo besara cada mañana así curaría sus golpes y que él por fin había acabado con los malos; así lo hice y deje al pez cura en el mar.

El tiempo pasó y mi Príncipe se curó y la alegría volvió. El jamás recordaría esos días que por mi casi moría. El amor nos curo y con el mal terminado él se quedo por siempre a mi lado.

Te quiero Príncipe donde sea que te encuentres yo voy a estar bien porque el mal ya no existe gracias a ti, mi Príncipe.

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